Reflexión para hoy:

     

domingo, 29 de enero de 2012

El Pianista



El partido nacionalsocialista obrero alemán de Hitler no quería otra cosa que una organización social centralizada, es decir, socialista. El fascismo fue una deriva radical interna del paradigma formal socialista, o sea, otra variación extrema del socialismo, al igual que lo fue, y sigue siéndolo, el comunismo.

Adolf Hitler era genuinamente socialista con el matiz de que, además de pretender la hegemonía de su particular socialismo,  su secta ideológica era radicalmente distinta a las demás sectas socialistas. Ese es el motivo por el cual las combatía a muerte puesto que estaba más preocupado en la competencia de las otras sectas socialistas que en la amenaza que podría representar el capitalismo encarnado por los banqueros judíos o por países como EE.UU.

Adolf Hitler no temía al capitalismo, aunque lo odiaba como todo socialista. Incluso se aprovechó de él en cierta forma, al igual que lo hace actualmente la China comunista. Adolf Hitler  conocía las bondades de la economía de mercado y sabía que una nacionalización y colectivización a lo bruto hubiera hundido más a la Alemania prebélica, en consecuencia nunca hubiera tenido ese poderío militar para extender su particular socialismo por Europa.

Recordemos el siguiente texto:

"Somos enemigos del sistema económico capitalista actual porque explota al que es débil desde el punto de vista económico, con sus salarios desiguales, con su evaluación indecente de un ser humano según tenga riqueza o no la tenga, en vez de evaluar la responsabilidad y la actuación de la persona, y estamos decididos a destruir este sistema capitalista en todos sus aspectos".

Mein Kampf,  Adolf Hitler, mayo de 1927

Como ya comenté cuando analizamos la película Katyn, el nacionalsocialismo y el comunismo aparecieron en la segunda parte del siglo XIX en plena época de estúpido romanticismo tan lleno de sentimentalismo y tan vacío de cerebro. Ambos, variantes del socialismo. A veces han sido íntimos amigos, alternando, como en tantas parejas de novios, tiempos de amor con otros de odio. Socialismo de izquierdas o de derechas es la misma mierda con diferentes matices. Todos se basan en una ideología mesiánica, totalitaria, liberticida y que disfruta quitando de en medio a los que osen discrepar. Siempre el socialismo, sea del color que sea, va acompañado de muerte, miseria y sumisión a un Estado fuerte controlado por unos pocos.

No hay duda que el fascismo y el bolchevismo son las dos caras de ese monstruo de dos cabezas llamado Jano y que representa  uno de los peores instintos humanos: el de devorarse a sí mismo después de aniquilar a los demás.

Las únicas alternativas son ser Liberal o ser socialista, es decir, amar la Libertad y entender que el individuo es el único dueño de sí mismo, o ser un estatista que pierde el culo por todo aquello que huele a colectividad.

Debéis comprender que todo lo que no sea libertad y respeto a la vida es hediondo socialismo. A partir de este punto, nos será más fácil detectar y no ser embaucado por esa ideología sanguinaria y creadora de miseria.

En la película que hoy analizamos podemos comprobar la gran crueldad de la otra cabeza del monstruo Jano. Y lo vamos a hacer de la mano de Wladyslaw Szpilman, un brillante pianista polaco y judío que, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial se libra de ser deportado a un campo de exterminio, tras la invasión de Polonia por las tropas nacionalsocialistas de Hitler.

Es una atroz historia de sufrimiento, humillación, angustia, desesperación y ansias por sobrevivir. Es una historia en la que, para el protagonista, seguir viviendo es un reto diario, casi imposible de alcanzar.






sábado, 21 de enero de 2012

BALANCE DEL GOBIERNO DEL PARTIDO POPULAR ENERO 2012





Como buen anarco liberal asilvestrado siempre criticaré al gobierno de España cuando se lo merezca, sin importarme el color o pelaje que tenga. La entrada de hoy y otras que presentaré en el futuro es la prueba de mi independencia.

Afortunadamente la era Zapatero se ha acabado, por ahora, para el pueblo español; sin embargo algunos/as liberticidos/as  siguen obsesionados y aspiran a continuar el proyecto zapateril mientras se dan navajazos recíprocos para poder sucederle. Esto lo hacen perversamente porque saben que aún están  arropados por más de 7 millones de incondicionales zopencos que votaron al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en los últimos comicios. Zopencos que contemplan sin inmutarse la ruina dejada por el PSOE.

Zapatero fue un tipo que encarnó al rancio socialismo de izquierdas durante casi 8 años. La herencia que ha dejado a los españoles, con la complicidad de muchos reyes de taifas autonómicos peperos y no peperos,  no ha sido otra cosa que miseria creciente, más intervencionismo, mucha deuda, paro crónico y un indeseable subdesarrollo para una nación que podría ser grande si la dejaran en libertad de una puñetera vez.

A este nuevo gobierno del Partido Popular (PP), como a todos los gobiernos, hay que vigilarlo. A partir de ahora debemos controlar al Sr. Rajoy, representante del más rancio socialismo de derechas.

He aquí una serie de documentos en formato audio que os ilustrará bastante sobre las peculiaridades de ese socialismo de derechas que encarna Mariano Rajoy y su comparsa de ministros. También los argumentos que aparecen en estos archivos sonoros os harán comprender la aparición en escena de los nuevos zopencos, esta vez seguidores ciegos del socialismo de derechas, que apoyan complacidos las políticas intervencionistas, maricomplejines y sangrantes (para el contribuyente) que empieza a aplicar el nuevo gobierno de España. Esos zopencos lo justifican y lo justificarán  todo porque afirman orgullosos: ¡¡ Ahora gobiernan los nuestros !!”






















































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sábado, 14 de enero de 2012

Tema 25. PRINCIPIOS ESENCIALES DE LA TEORÍA DEL CAPITAL





Introducción. La acción humana como conjunto de etapas subjetivas. Repaso de conceptos básicos.

En principio, puede definirse la acción humana como todo comportamiento o conducta deliberada.

El hombre, al actuar, pretende alcanzar unos determinados fines que habrá descubierto que son importantes para él. Se denomina valor a la apreciación subjetiva, psíquicamente más o menos intensa, que el actor da a su fin.
Medio es todo aquello que el actor subjetivamente considera que es adecuado para lograr un fin. Llamamos utilidad a la apreciación subjetiva que el actor da al medio, en función del valor del fin que él piensa que aquel medio le permitirá alcanzar.

Los medios, por definición, han de ser escasos, puesto que si no fueran considerados escasos por el actor cara a los fines que pretende lograr, ni siquiera serían tenidos en cuenta a la hora de actuar.

Fines y medios no están "dados", sino que, por el contrario, son el resultado de la esencial actividad empresarial del ser humano, que consiste precisamente en crear, descubrir o, simplemente, darse cuenta de cuáles son los fines y medios relevantes para el actor en cada circunstancia de su vida.

Una vez que el actor cree haber descubierto cuáles son los fines que le merecen la pena, se hace una idea de los medios que cree que se encuentran a su alcance para lograrlos, e incorpora unos y otros, casi siempre de forma tácita, en un plan de actuación, que decide emprender y llevar a la práctica como resultado de un acto de voluntad. El plan es, por tanto, la representación mental de tipo prospectivo que el actor se hace sobre las distintas etapas, elementos y posibles circunstancias que puedan estar relacionadas con su acción.

El plan es una ordenación personal de la información práctica que posee y va descubriendo el actor, dentro del contexto de cada acción. Además, puede afirmarse que toda acción implica, conforme se va generando nueva información por parte del actor, un proceso continuo de planificación individual o personal en el que el actor está continuamente concibiendo, revisando y modificando sus planes, conforme descubre y crea nueva información subjetiva en cuanto a los fines que se propone y a los medios que cree que se encuentran a su alcance para lograrlos.

Además, la acción humana siempre se desarrolla en el tiempo, pero entendido no en su sentido determinista o newtoniano, es decir meramente físico o analógico sino en su concepción subjetiva, es decir, tal y como el tiempo es subjetivamente sentido y experimentado por el actor dentro del contexto de su acción. Según esta concepción subjetivista del tiempo, el actor siente y experimenta su transcurso precisamente conforme actúa, es decir, conforme se dé cuenta de nuevos fines y medios, diseñando planes de actuación y culminando las distintas etapas que constituyen cada acción. En la mente de todo ser humano se produce, cuando actúa, una especie de fusión entre las experiencias del pasado que recoge en su memoria y su proyección simultánea y creativa hacia el futuro en forma de imaginaciones o expectativas referentes a las distintas etapas que constituyen el proceso de acción que desarrollará en el futuro.

Futuro éste que jamás se encuentra determinado a priori, sino que se va imaginando, creando y haciendo paso a paso por el actor. Por eso el futuro es siempre incierto, en el sentido de que aún está por hacer y el actor sólo tiene de él ciertas ideas, imaginaciones o expectativas que espera hacer realidad mediante la culminación de las etapas que ha imaginado que van a constituir su proceso de acción personal. Además, el futuro está abierto a todas las posibilidades creativas del hombre, y el actor continuamente puede modificar tanto los fines que persigue, como variar, reordenar y revisar las etapas de los procesos de acción en los que se ve implicado. El tiempo es, por tanto, una categoría de la Ciencia Económica inseparable del concepto de acción humana.

No cabe concebir una acción que no se efectúe en el tiempo, que no dure tiempo. De la misma forma, el actor precisamente siente el transcurso del tiempo conforme actúa y culmina las distintas etapas de su proceso de acción. La acción humana, que siempre pretende conseguir o lograr un objetivo o acabar con un malestar, ineludiblemente, dura tiempo, en el sentido de que exige la realización y culminación de una serie de etapas sucesivas. Por tanto, puede concluirse que lo que separa al actor de la consecución de su fin es un periodo de tiempo entendido como la serie sucesiva de etapas que constituyen su proceso de acción.

Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos, Jesús Huerta de Soto



1/7. La Ley de la Preferencia Temporal





2/7. Bienes de Capital y Ahorro (1/4)





3/7. Bienes de capital y Ahorro (2/4). Robinson Crusoe.





4/7. Bienes de Capital y Ahorro (3). Coordinación Intertemporal.





5/7. Bienes de Capital (y 4). Economía Moderna.





6/7. Sociedades Ricas y Sociedades Pobres.





7/7. Reconvertibilidad de los Bienes de Capital







lunes, 2 de enero de 2012

TOGAS SANGRIENTAS Y UNIFORMES APESTOSOS



Cuenta mi amigo Federico que según lo publicado por El Mundo acerca del origen y la manipulación policial de los testimonios de los tres rumanos que acarrearon la condena de 40.000 años de cárcel contra Zougam, es evidente que el único condenado por poner las bombas en los trenes fatídicos no ha tenido un juicio justo. Y que hay que juzgar a quien encaminó a jueces y fiscales en la dirección que convenía a sus jefes políticos: el Gobierno de Zapatero y Rubalcaba.

Cuenta mi amigo Federico que Zougam no ha sido condenado por un tribunal, ha sido encerrado por él tras una sentencia, pero los que de verdad lo condenaron fueron los policías judiciales, a las órdenes de Rubalcaba, que concedieron credibilidad máxima a unos testigos que incluso para ellos mismos y otras instancias oficiales la tenían mínima. El superjefe de la policía judicial es JAG, el superpoli de Rubalcaba; y es el Gobierno del PSOE el que paga a una testigo rumana menos creíble que un político griego cincuenta mil euros amén de papeles legales para ella y su marido, al que se declara víctima para que cobre otro tanto. Y por si eso fuera poco, una empresa de seguridad (!!!) de un empresario íntimo de JAG que es el que organiza la cacería de Bermejo, Garzón y el propio JAG para organizar y supervisar el Gurtel, les da trabajo a los dos rumanos, la neotestigo y el veteromarido. ¿Alguien se atreve a decir que esto no apesta?






Cuenta mi amigo Federico que los tres casos de los rumanos perdidos y hallados en los trenes apestan, en efecto, a cloaca. A las malditas cloacas de Interior que deben ser barridas, destruidas, trituradas y aventadas hasta las últimas cenizas. Ni la policía judicial ni los investigadores fiscales ayudan a los jueces, salvo que sean de su cuerda, y entonces ninguno de ellos ayuda a la justicia. Por supuesto, el acreditado corporativismo de los jueces y el poder desde hace décadas de estos malos policías tratarán de que no se lleve a cabo un juicio de revisión. Pero, por supuesto, sin ese juicio, cualquier país o cualquier delegado de Amnistía Internacional le podrá decir a España, es decir, a Rajoy, que tenemos un preso condenado a cuarenta mil años de cárcel y que lleva siete en una celda de aislamiento, pero que ha sido encarcelado de por vida por unas pruebas falsas fabricadas por la policía y admitidas por la fiscalía y los jueces a sabiendas de su fétido origen. Debería ser el nuevo ministro de Justicia el que instara a hacer justicia. Porque, insistamos una y mil veces, no se trata de política sino de justicia. Lo que aún no hemos tenido en el 11-M.






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