Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada

¡Hasta aquí llegó nuestra querida España y no va mas!. A partir de ahora, el horizonte estará cada vez más ennegrecido. Arreglar este pifostio va a depender sólo de ti, de tus ganas de luchar.

La desidia, la mediocridad, la perversidad, la envidia, el borreguismo, los nacionalismos, el radicalismo, el sectarismo y la incapacidad de la gran mayoría de la clase política han posibilitado esta sociedad putrefacta. Tenemos asiento de primera fila para presenciar la hecatombe que espero, por el bien de todos, no sea violenta.