
La Unión Europea es una contradicción en sí misma. Es un monstruo burocrático que se expande y que es incapaz de afrontar sus retos.
Muchos no nos resignamos y seguimos anhelando una Europa democrática y liberal, una Europa de naciones soberanas, independientes y solidarias. Una Europa aliada con todos los países verdaderamente democráticos del mundo en donde se respeten las libertades básicas de sus ciudadanos. Deseamos un lugar donde se impulse el desarrollo propio y ajeno; pero no un cenagal corrupto donde nos restrinjan continuamente nuestras libertades a cambio de poder elegir con nuestro voto a los representantes de la ciudadanía europea cada 4 años, con el fin de facilitarles un retiro político bien remunerado.
Debemos exigir una Europa donde se prime al ciudadano y no al Estado omnipotente. Una Europa así, sí sería eficaz y prometedora. Sin embargo tenemos todo lo contrario. Tenemos una Europa con un modelo socializado y proteccionista. Un modelo al que nos han arrastrado la codicia de los apoltronados políticos que conforman la casta parasitaria.
Con esta caterva de líderes iluminados que gobiernan Europa sólo nos quedará ser el culo del mundo, donde la putrefacta mierda burocrática absorbe continuamente las libertades de sus ciudadanos.
Con la Unión Europea actual, la burocracia expansiva es un fin en sí mismo y no un medio limitado y racional, al servicio del ciudadano, para alcanzar mayor progreso y prosperidad.
¿No os habéis percatado que todo una pandilla de burócratas socialistas (socialistas de derechas y socialistas de izquierdas) han asaltado la Unión Europea con el propósito de continuar el trabajo fallido de los totalitarismos europeos del siglo XX, pero de una forma más disimulada y políticamente correcta?
¿Quien puede negar que la maldita burocracia que fluye actualmente de Bruselas no es una forma de sectarismo y control absoluto del individuo por la colectividad?.
El vídeo anterior trata de los europarlamentarios que se presentan en el europarlamento tan sólo para que les paguen las dietas del día… y acto seguido desaparecer. Cada día de dietas asciende a 287 euros (más de casi 6.000 euros al mes si están en Bruselas 20 días al mes). Entre sueldo y dietas cobran al mes más de 14.000 euros, no está nada mal para un trabajo del que te marchas a los 30 segundos de fichar y en el que ni siquiera tienes que redactar leyes porque la iniciativa legislativa (el músculo articulador de la democracia) la tiene otra institución, a la que para más vergüenza no podemos votar.