¡Los socialistas mienten continuamente y con descaro!. Nos dicen repetidamente, como si todos fuéramos idiotas, que ya ven la luz al final del túnel, pero ocultan que esa luz pertenece a una impresionante locomotora que nos va a arrollar a todos. La perversidad y mediocridad socialista la está pagando el país entero.
¡Los socialistas aman tanto a los pobres, que los puñeteros siempre los han creado por millones!, eso sí, no deja de ser trágico que los españoles sólo puedan descubrir que el socialismo genera paro y pobreza cuando empiezan a padecerlo en sus propias carnes.
Las políticas socialistas se fundamentan en un nefasto modelo económico, generador de desconfianza, y que se basa en 4 puntos:
- Uno. El aumento crónico y descomunal del gasto público y despilfarrador, a base de endeudamiento masivo que hipoteca el futuro de nuestros hijos.
- Dos. La ausencia, por presiones de los sindicatos mafiosos, de legislación laboral flexible que impulse la creación de puestos de trabajo.
- Tres. La renuncia, por gilipoyeces ecológicas, a un plan energético nacional de inversión privada y competitiva que proporcione energía barata a los ciudadanos y haga competitivas a nuestras empresas.
- Cuatro. El incremento de la presión fiscal que impide restablecer el poder de compra de familias y la posibilidad de crecer a las empresas. productivas. El jodido incremento de impuestos repercute fuertemente en los pocos emprendedores y ciudadanos que aún sobreviven en plena crisis porque hicieron bien las cosas y no se endeudaron alegremente por encima de sus posibilidades ante los bajos tipos de interés que, a modo de zanahoria puesta ante un burro, colocaron los políticos populistas delante de la ingenua ciudadanía.
Los socialistas hacen todo lo contrario a lo que haría una ordenada familia en momento de vacas flacas, es decir, ahorrar, trabajar más, ser más competitivos y romper la puñetera tarjeta de crédito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario