Afortunadamente somos muchos los FEDERICOS JIMÉNEZ LOSANTOS

En primer lugar mi más sincera repulsa a todos los políticos y periodistas que creen que en España todo se basa en formar parte del PP o del PSOE.

El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona, en base a esto, personalmente me integro en esa ciudadanía decente, que en uso de la sagrada libertad busca su necesario oxígeno informativo y se resiste a estabularse. Ciudadanía que no se deja domesticar con las consignas de los manipuladores de masas y que queremos que sean los propios ciudadanos los protagonistas de su vida, no los políticos apoyados por sus comparsas instaladas en los medios de comunicación.

Soy otro ciudadano libre y asilvestrado que no trago con los medios vinculados al socialismo de derechas o al socialismo de izquierdas. Yo quiero que la clase política rinda cuentas a diario en qué está utilizando mi dinero. Para eso está la figura del periodismo libre y decente, para hacernos llegar esa información, porque a la mayoría de los oyentes librepensadores lo que verdaderamente nos importa no es La COPE, La SER o INTERECONOMÍA, sino la información pura.

En un mercado libre una empresa de comunicación tiene todo el derecho a contratar y despedir a quien quiera con el fin de obtener el mayor beneficio. Pero algo falla en el caso de Federico cuando éste lanza al éxito a un programa de radio, lo sitúa en los primeros puestos de audiencia y se le despide. Porque cuando una decisión no encuentra lógica en el mercado, más en plena crisis económica, quitarse del medio a un líder de audiencia tiene poco sentido común salvo que sea un periodista incómodo para los otorgantes de licencias.

Es un hecho que, actualmente, toda la casta política parasitaria intenta al unísono salvar los muebles e impedir que se descubra la trastienda del régimen que surgió del 11M, porque aquí se está cociendo algo gordo. Se ha empezado a gestar un cambio que interesa a determinados poderes.

Lamentable espectáculo el de un país y una casta política que sacrifica en el altar de sus egoístas intereses a sus mejores hijos, ejemplares en el ejercicio de la verdad y de la libertad. Pero les ha salido el tiro por la culata, ¡ahí está ESRADIO.FM!.

Afortunadamente somos demasiados los ciudadanos rebeldes y cabreados con todo esto que está ocurriendo en un país en el que no existe micrófono ni licencia que sostenga a un periodista que tiene en contra al Gobierno, a la Oposición y al que le denominaron “El breve” durante la transición.

La moraleja que se puede extraer es que uno se condena al infierno cuando critica en conciencia a los poderes del Estado que cada vez están menos separados y representan menos a la soberanía del pueblo.

Podría ser, para algunos, que Federico hubiera emitido un mensaje desproporcionalmente afilado. ¡La libertad no es perfecta!, pero yo prefiero la libertad al servilismo, al silencio, al vasallaje, a la censura y a la miseria moral.

Dicen que el argumento principal para llevar a la “hoguera” a Federico es su agresividad formal. Federico, ese hombre libre, sin compromisos, sin prejuicios, que tiene sólo su verdad y conciencia por divisa, se limita únicamente a contestar con razón, puesto que más lo insultan a él. Pero, lo que no hay duda es que la agresividad verbal de Federico se corresponde con una inquebrantable independencia al servicio de la verdad.

Sin embargo, en la sede del PP cierta casta política parasitaria se alegraron bastante por la expulsión de Federico. Son los mismos capitostes sin principios que, no hace mucho tiempo le aplaudían, sin importar el tono ni los calificativos empleados, cuando las críticas se dirigían a la otra casta política parasitaria representada por el PSOE.

Al igual que lo han hecho con María San Gil y otros, Mariano y sus correligionarios, van quemando naves, sin darse cuenta de que sus lamentables restos cuelgan sobre el vacío y sus pocos barcos podridos están a punto de hundirse. Lamentablemente, el socialismo de derechas no parece ser consciente de su imbecilidad. Esto no es nuevo, puesto que tanto el imbécil como el estúpido, hace daño a todo el mundo inclusive a si mismo. El socialismo de derechas se parece como una gota de agua al otro socialismo de izquierdas, más perverso, que no imbécil, para el cual la libertad es el peor don que nos dieron los cielos. Lenin decía ¿Libertad, para qué?..... y todos sabemos el final del cuento.

¿Por qué la cúpula de la calle Génova quiso apartar del micrófono a quien no se ha escondido ni ha aceptado el favoritismo de nadie? Estos fantoches que dicen representar a la media España no zapateril se sentían heridos cuando las criticas se tornaron hacia ellos. Soñaron que expulsando a Federico de La COPE se quitarían de en medio su último obstáculo para apoltronarse en el Gobierno. ¡Qué ingenuos!, los jefes del Ministerio de la Oposición, siguen todavía más preocupados por Federico que por el ejército de parados y las revueltas sociales que sufriremos en el futuro a causa del desgobierno que padecemos.

La COPE era hasta hoy un paraíso de libertad dentro de un basurero mediático nauseabundo, sin embargo los jerarcas eclesiásticos han cambiado la libertad por algo que no sabemos qué aparentes ventajas políticas tendrá pero que todos percibimos su olorcillo.

La presión del gobierno y de la oposición contra los defensores de la libertad de expresión ha demostrado de nuevo que algunas sotanas no son de fiar. Repito, parte del clero, no todos, porque en la Iglesia hay y habrá siempre muchos sacrificados por la causa de la libertad y la solidaridad.

Durante el tiempo que ha convenido tener a Federico Jiménez Losantos en La COPE lo mimaron pero un día, con cobardía, algunos se bajaron los pantalones, mejor dicho, se subieron la sotana poniéndose a cuatro patas y de espaldas ante una panda de tipejos mediocres que lideran el gobierno y la oposición en este país.

A esto lo denomino la tendencia suicida de la jerarquía eclesiástica, tendencia que en la historia se ha repetido. Recordemos como en su publicación “Cuadernos para el diálogo” dijeron que el Gulag estaba muy bien para gente como Solzhenitsin, y que los comunistas no deberían haberle dejado salir del campo de concentración.

Muchos obispos en el año 1936 sufrieron el martirio y dieron su vida por defender los valores cristianos en España, ahora, algunos de ellos, se han plegado a las presiones del gobierno identificado con aquel frente popular y de la oposición rajoyesca que actúa de comparsa a modo de aquella acomplejada CEDA.

Pero los sectarios liberticidas de uno y otro lado, siempre contrarios a que sea el oyente quien decida libremente cambiar con su mano el dial de la radio, pretendían machacar a uno de los mejores comunicadores que ha tenido España, no por su maravillosa oratoria, viva y afilada; sino porque la verdad está presente en cada una de sus afirmaciones.

Un ingente número de españoles deben bastante a Federico, especialmente en este momento de dificultad moral y política que atraviesa nuestra querida España. Gracias a Federico han podido conocer a Revel o a Solzhenitsin , y a tantos otros escritores cuyas lecturas llevan a amar aún más la Libertad y a huir de todo sectarismo e intervencionismo estatal.

¡Gracias Federico por haber despertado, con tu valentía, las conciencias enmohecidas de muchos españoles, ayudándoles a seguir siendo libres a través de la verdad y el conocimiento!

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida. Eso son los imprescindibles.