La conquista de decir lo que se piensa es un tesoro que le ha costado ganar a la ciudadanía.
Hay muchas maneras de defender la libertad enérgicamente. La batalla pacífica, por así llamarla, acontece en el terreno de la opinión pública. No es un secreto que la mayor parte de los medios de comunicación están en manos de demagogos, por tal motivo todos tenemos que movilizarnos para contrarrestarlos.
La salud de la verdadera democracia depende tanto de la capacidad de soportar críticas ácidas como de responder a ellas con igual agresividad dialéctica. He elaborado el siguiente video como respuesta a la mojigata censura de Youtube a la que me he visto sometido:
Hay muchas maneras de defender la libertad enérgicamente. La batalla pacífica, por así llamarla, acontece en el terreno de la opinión pública. No es un secreto que la mayor parte de los medios de comunicación están en manos de demagogos, por tal motivo todos tenemos que movilizarnos para contrarrestarlos.
La salud de la verdadera democracia depende tanto de la capacidad de soportar críticas ácidas como de responder a ellas con igual agresividad dialéctica. He elaborado el siguiente video como respuesta a la mojigata censura de Youtube a la que me he visto sometido:
http://www.tu.tv/videos/censura-y-libertad-de-expresion
Además de censurar los videos me quitaron la posibilidad durante un tiempo de poder contestar a los comentarios coartándome mi derecho a la libertad de expresión.
Yo te entiendo cincinato. Entiendo tus videos y cómo te sientes. O eso creo vamos.
ResponderEliminarEste último de video es un poco un video de maricones. ¿Cómo puedes pasar de hacer un vídeo como la rebelión del contribuyente a hacer un vídeo como este?. Este vídeo si no te conociera diría que es de un tio un poco marica.
Sólo te diré una cosa aunque no se si me entenderás. Hay guerras que no se luchan con armas. La izquierda, esos que tanto criticas, utilizan para conquistar a la derecha muchas artimañas. Se sustentan en la democracia para conquistarnos a través de la música, las películas, el sexo, la pornografía en internet, el matrimonio ..., nos intentan imbuir en una cultura que no es la nuestra y que nos confunde y nos aliena.
Hoy no hay en la TV analógica un sólo canal decente.
Yo soy partidario de dividir España y que los de izquierdas se vayan a un lado y los de derechas a otro.¿Porqué tenemos que vivir en la misma sociedad?
A ver si te inspira esto mas que ana toRROJA: www.generalisimofranco.com/Discursos/discursos/1936/00001.htm
Si quieres hablar escríbeme a mi email.
Estimado Manuel, para tu consuelo, te informo que me gustan demasiado las mujeres. Es más, con ellas estoy mas a gusto que un marica montado en un carro de pepinos. Con eso te lo digo todo; con todos mi respetos para el colectivo homosexual, porque cada uno puede hacer con su cuerpo lo que le dé la gana en la privacidad, respetando a los demás y sin intentar nunca imponer su forma de actuar.
ResponderEliminarPuede que el video haya quedado un poco “cursi” pero era algo que se lo debía a una suscriptora amiga que me había pedido que hiciera algo con más ternura y delicadeza. Yo simplemente he correspondido a sus deseos. Sin embargo, el final del video te lo dedico a ti, seguro que no te ha defraudado. En cuestión de gustos, es difícil satisfacer a todo el mundo.
En cuanto a las nuevas artimañas de lo liberticidas, ¡claro que te entiendo!, y te confirmo que están encaminadas a ganarse el imaginario social. Están orientadas a la transformación de la conciencia política y cultural sustituyendo la visión del mundo tradicional por la marxista, como paso previo e imprescindible a la creación del nuevo orden socialista.
Ya lo dijo el demagogo Antonio Gramsci: “Es necesario primero transformar radicalmente el alma humana, para que el poder caiga en manos de la izquierda, como fruta madura”.
Los socialistas han comprendido que actualmente la revolución armada no podía funcionar en el siglo XXI, entre otras cosas, porque la calidad de vida en el mundo ha mejorado, existe menos miseria gracias a que la libertad y el mercado libre se abren camino y la gente tiene más información.
Es difícil empujar a las masas a las trincheras por una perversa causa revolucionaria cuando la mayoría de los ciudadanos viven bien y no puedes utilizar la ignorancia y la miseria para engañarles. También es difícil usar la demagogia cuando la gente dispone de pluralismo de opinión así como de información puntual y no controlada por el poder como la que te facilita internet.
ResponderEliminarPara combatir, esto los liberticidas han visto oportuno infiltrarse en el sistema, corromperlo desde dentro y dar un vuelco social sin que nadie lo perciba, salvo tipos asilvestrados como nosotros, que vamos por delante de ellos.
Esa maldita tarea subversiva y corrompedora la hacen fundamentalmente los "intelectuales orgánicos" del nuevo socialismo, es decir, los titiriteros vociferantes y los periodistas mercenarios chupapollas. En el aspecto económico el keynesianismo ha cumplido a la perfección esa misión.
Los liberticidas tienen la imperante necesidad de subvertir el sistema de valores occidentales como elemento previo e imprescindible para el éxito del ideal socialista. Ellos pretenden erosionar las bases del sistema de vida de occidente y hacer posible el sueño socialista de una sociedad en la que la familia, la propiedad privada y la moralidad acaben siendo vestigios del pasado. Ellos necesitan ganar, para su pérfida causa, al sector intelectual, al religioso, al cultural, al educativo, o sea, a los sectores con más dinamismo de ideas, todo con el propósito de asegurarse que en varias generaciones se transforme de forma radical el esquema social dominante que tanto progreso y desarrollo ha traído a occidente.
Ellos se empeñan en infundir en los jóvenes el odio a sistema occidental, la moda de la contracultura, el pacifismo rosa, el ecologismo engañabobos, el estúpido antiamericanismo, la imposible alianza de civilizaciones, el falso buenismo y demás gilipolleces encuadradas en lo políticamente correcto.
ResponderEliminarActualmente los nuevos liberticidas coinciden plenamente con los propósitos del marxismo del siglo pasado, es decir, la creación de una nueva sociedad moldeada según los criterios de la ingeniería social comunista. Lo único en lo que difieren de los viejos socialistas es en la forma de conseguir tales objetivos.
Los liberticidas tienen una necesidad imperiosa de conquistar la hegemonía cultural antes de intentar el asalto al Estado, de contaminar las fuentes de formación e información de los ciudadanos, la revolución de las costumbres: el dominio ideológico de la escuela y los medios de comunicación; sentando las bases para el acceso al poder mediante la demolición de las creencias, de las referencias éticas y los códigos morales de occidente.
Los liberticidas del siglo XXI únicamente pretenden hacer realidad la doctrina de Gramsci y Lukacs, esos marxistas, que idearon el “terrorismo cultural”, es decir, la necesidad de llevar la lucha de clases al campo de la cultura de masas.
Sin embargo siempre ha existido un rival milenario y consolidado, que no es perfecto, pero que muchas de sus buenas obras garantizan su continuidad futura. Ese rival es la Iglesia. Por eso siempre han combatido a muerte las creencias religiosas cristianas, por eso deben infiltrarse también en la Iglesia.
ResponderEliminarExiste un precedente. Es lo que sucedió con la denominada "Teología de la Liberación" en la que prevalece la defensa del socialismo. Esta teoría fue promulgada por los jesuitas, sobre todo en Latinoamérica, empujando a los católicos a abrazar el marxismo-leninismo. Para eso no dudaron en inventarse una doctrina genuina que reuniera a los grupos de base y a los movimientos clericales contestatarios, para así crear una nueva Iglesia, con la excusa de defender a los más humildes y destruir la caduca y vieja jerarquía entregada a ese denostado capitalismo que tanto odian los liberticidas, sobre todo, por haber sido el mercado libre capaz de sacar de la miseria a millones de seres humanos sin necesidad de socialismo. Y en eso están.
Amigo, hoy la batalla se libra en el terreno de la opinión pública. Ganar la opinión pública exige, por una parte, una crítica incisiva y veraz del poder totalitario enmascarado en la democracia, y por otra, una alternativa capaz de atraer a la mayoría de la ciudadanía, hacerla recapacitar y motivarla para que reflexionen; liberándose del sueño anestésico perverso al que ha sido sometida por esa caterva de políticos populistas liberticidas gramscinianos.
¡Y eso de dividir España, nada de nada!. ¿No presumen siempre de que Cuba es su paraíso en la tierra?, pues que se vayan allí a disfrutar de las excelencias del socialismo sentados en el malecón o cortando caña en Camagüey.
ResponderEliminarAprovechando, los podríamos intercambiar por algún que otro disidente, los pobres se lo merecen.
Otra alternativa más exótica sería Asia, concretamente Corea del Norte. Seguro que allí los reciben con los brazos abiertos y el culo encogido.
PD: Tengo preparada una entrada sobre Franco y su gran error en no confiar la gestión pública a gente del pueblo honesta, inteligente, patriota, libre y sin complejos, sino a acomodados burócratas chupópteros cuyos peligrosos retoños pijo-progres los tenemos gobernando una nación moribunda o en la oposición, ansiosos por gobernar y medrar. Y así nos va.