Cuando se estrenó la película todos nos reíamos de las ocurrencias de Fernando Vizcaíno-Casas que era tachado de ultraderechista sólo por predecir el futuro. Futuro que se ha hecho realidad tal como podemos comprobar con esta desgracia que sufre España por culpa de las comunidades autónomas.
Hemos llegado a la gilipollez elevada al cuadrado puesto que en parte de España se sanciona por rotular un comercio en español. Esto nos demuestra que sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana.
El aberrante disparate del Estado de las Autonomías es un verdadero sacrilegio y locura, inicialmente protagonizada por Adolfo Suárez junto al Borbón; pero que hipócritamente han loado y siguen loando la casta política española, ya sean socialistas de derechas o socialistas de izquierdas, todos amantes de robar a los contribuyentes en sus sueños autonómicos.
¡Enhorabuena! Algunos han tardado 34 años en admitir públicamente que lo de las autonomías fue un disparate, sin olvidar que muchos ya lo hacían en privado.
Sólo unos pocos advertimos en 1976 de las consecuencias nefastas que iba a tener eso de incorporar el termino "nacionalidades" en la Constitución, así como todo el Título VIII,
La parodia se ha convertido años después en realidad, o mejor dicho, la realidad ha superado la ficción.
Año 2010. Congreso de los Diputados de lo que queda de España
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