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La sociedad española no es que esté algo adormecida, sino que está inmersa en la tontedad. Estimo que el pueblo español nunca reaccionará hasta que no nos hundamos definitivamente en la miseria.
Es lamentable que se necesite el agravamiento de esta crisis económica y de valores que padecemos (porque también es un crisis de valores, ¡no nos olvidemos de ésto!) para que las masas cambien y echen a patadas a la clase política parasitaria intervencionista que la ha causado.
Actualmente, es una vergüenza ser español, y lo digo por la miserable clase política que tenemos y sus comparsas sindicales, patronales, titiriteras y otras subvencionadas, que sólo buscan llenarse el bolsillo y medrar en el poder corrupto a costa del contribuyente.
La rebelión cívica, hoy en día, es un objetivo difícil de alcanzar, pero no imposible, por el gran obstáculo que representa el cuarto poder, o sea, los medios de comunicación oficiales con su progresiva manipulación de conciencias. Salvo internet, todos los medios de desinformación masiva se dedican a intoxicar a la ciudadanía sumergiéndola en una falsa esperanza de que el Estado le protegerá de todas sus desdichas, en un falso bienestar asegurado y en un destructivo relativismo que está haciendo añicos los valores morales esenciales por los que todo ser humano debe guiarse.
Los ciudadanos, únicos propietarios del Estado, no podemos permitir que una banda de sinvergüenzas lo utilicen a su antojo con fines espurios y métodos contra derecho. El Estado es nuestro y tenemos el derecho y el deber de sanearlo, desratizarlo y reducirlo al mínimo para que los individuos sean realmente libres.
Es lamentable que se necesite el agravamiento de esta crisis económica y de valores que padecemos (porque también es un crisis de valores, ¡no nos olvidemos de ésto!) para que las masas cambien y echen a patadas a la clase política parasitaria intervencionista que la ha causado.
Actualmente, es una vergüenza ser español, y lo digo por la miserable clase política que tenemos y sus comparsas sindicales, patronales, titiriteras y otras subvencionadas, que sólo buscan llenarse el bolsillo y medrar en el poder corrupto a costa del contribuyente.
La rebelión cívica, hoy en día, es un objetivo difícil de alcanzar, pero no imposible, por el gran obstáculo que representa el cuarto poder, o sea, los medios de comunicación oficiales con su progresiva manipulación de conciencias. Salvo internet, todos los medios de desinformación masiva se dedican a intoxicar a la ciudadanía sumergiéndola en una falsa esperanza de que el Estado le protegerá de todas sus desdichas, en un falso bienestar asegurado y en un destructivo relativismo que está haciendo añicos los valores morales esenciales por los que todo ser humano debe guiarse.
Los ciudadanos, únicos propietarios del Estado, no podemos permitir que una banda de sinvergüenzas lo utilicen a su antojo con fines espurios y métodos contra derecho. El Estado es nuestro y tenemos el derecho y el deber de sanearlo, desratizarlo y reducirlo al mínimo para que los individuos sean realmente libres.
No hay suficiente dinero para raticidas.
ResponderEliminarYo creo que ni hundiéndonos en la total miseria lograremos librarnos de ese mal endémico, porque entonces saldrá alguien que se coloque en voz y voto del proletariado para dirigir una "revolución" que llevan años preparando.
ResponderEliminarY es que hay quien todavía quiere destruir la sociedad para reinar sobre sus escombros.
Como decía el gran historiados Edward Gibbon: "El poder es la más flagrante de todas las pasiones". Y ese poder se manifiesta a todos los niveles, desde el niño caprichoso que tiraniza a sus padres hasta el "dictador de ventanilla".
Un saludo
Sera que es universal?
ResponderEliminarAqui en Portugal se passa el mismo.
Estimado Pfunes:
ResponderEliminarBuena reflexión amigo. Debemos estar atentos a la aparición de esos iluminados totalitarios con recetas irresponsables para acabar con la pobreza de acá o la hambruna de acullá, tarea siempre inconclusa de liberación del pueblo.
Teóricos del saqueo que establecen siempre un programa en dos fases:
La primera. Ocultar el fracaso de anteriores planificaciones forzosas y salvamentos colectivos con la hoz y el martillo de enseña.
La segunda. Valerse de la miseria presente para prometer la abundancia futura, copiando punto por punto la fórmula magistral que llevó, en tiempos pasados, a la ruina sin paliativos del pueblo tocado por la varita mágica del socialismo bananero.
¡Me niego a hacer lo que dices! ¿Sabes por qué?
ResponderEliminarPorque es verano, y tenemos la playita ¡No te olvides!
La mejor forma de superar la crisis es irse a la arena, tumbarse al sol todo el día y después volver a casa tan "fresco" como una lechuga, ¡preparado para afrontar la cola del INEM al día siguiente!
¡Ah! Y al volver a casa deprimido por un futuro tan oscuro, comprar algún periódico deportivo y alegrarse del nuevo fichaje millonario de tal o cual club de circ... perdón, de fútbol. Y entonces pensar "qué suerte tenemos con el nuevo, va a defender nuestros colores hasta la muerte" que al fin y al cabo ¡es lo que de verdad importa!
Y bueno, mi último ingrediente para una felicidad plena durante la crisis es salir de fiesta con los amigos el jueves, viernes y sábado. O qué carajo, si es posible todos los días, no te olvides que ya no tengo trabajo y no tengo que madrugar. Una buena ronda de cubatas bien cargados lo quita todo, a veces hasta la vida, pero no nos pongamos melodramáticos, ¡que un par de rayitas lo cura todo!
Las 7 u 8 de la mañana es la mejor hora para llegar a casa, cuando tus ancianos padres salen a currar en el campo de sol a sol, pero tú aún tienes 35 años, y como no tienes trabajo, igual te pones con la Play 3 a echar un rato porque... ¡ya habrá tiempo para dormir durante el día!
Atentamente, un idiota-infantilizado-sumidoenlatonteríahabitualdenuestraépoca-peroquelopasarequetebiendemarcha.
Es muy posible que tengamos políticos inútiles y parásitos para mucho tiempo porque el viejo fantasma socialista, que hoy en día se hace llamar progresismo, falso representante de los pobres, de los oprimidos, de las mujeres, de los homosexuales, del pueblo, del proletariado; con su toque mesiánico, cambia de raíz la sociedad y la historia en función de ideas que él mismo no ha asimilado bien, reduciéndolas con frecuencia a simplezas y mediocridad. Ignoráis la falsedad de su ideología y, engañados, asumís sus mentiras como verdades absolutas.
ResponderEliminarSólo hay algo peor que la ignorancia de la ciudadanía, la ignorancia en acción en manos de políticos demagogos y populistas.
www.lodicecincinato.blogspot.com