Reflexión para hoy:

     
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lunes, 22 de noviembre de 2010

Socialismo, vicio y fornicio





Muchos liberticidas me vilipendian a menudo debido a mi oposición crítica y perseverante a todo tipo de socialismo. Uno de los insultos que más gracia me hace es el de “puto acaudalado burgués”. ¿Acaudalado? ¡Qué cojones dicen, si hasta me cuesta un huevo pagar la factura del gas! Lo mío es luchar por la libertad cuando no estoy trabajando para subsistir. Es más, cuando tengo tiempo, y no lo gasto en gestionar esta bitácora, también suelo estudiar para mejorar.

Yo no voy a esperar que un iluminado arropado en el socialismo se haga con el poder y me conceda un subsidio para vivir de la sopa boba. Eso es parasitismo típico de gente indeseable. Eso es sumisión propia de borregos mediocres. Eso es dependencia, tan generalizada entre los inútiles que se sienten vasallos.

Cada uno tiene lo que merece y si no está de acuerdo que luche por mejorar. Es un cobarde todo aquel que se conforma con lo que tiene y es de envidiosos señalar con el dedo a otro porque ha conseguido algo que uno no posee. Muchos viven por debajo de sus posibilidades porque así lo quieren. Son gente ociosa, mediocre, cobarde, perezosa y sumisa. No luchan por mejorar su posición. Esperan impasibles que “Papá Estado” solucione las cosas a base de robar a unos para repartir el botín entre otros.

En una sociedad libre todo aquel con ganas de superarse lo consigue siempre que se esfuerce y trabaje para ello. Mis padres trabajaron de sol a sol en el campo, no tenían electricidad en su hogar y debían ir a una fuente, provistos de cántaros y cubos, para tener agua en casa. Pero trabajaron duro y ahorraban para que sus hijos pudiesen vivir mejor que ellos. Yo también he trabajado desde joven y, después de finalizar la larga jornada laboral, acudía a la universidad con el objetivo de mejorar mi posición profesional.

Soy un ciudadano que me he ganado honradamente lo que tengo sin esperar a que nadie me ayude. Sólo hay que estar dispuesto a hacer algunos sacrificios para consolidar un modesto éxito. Pero todo eso es sólo posible en un entorno de Libertad en el que la ley es igual para todos sin discriminaciones positivas ni negativas. En una sociedad en la que no dependes de un burócrata para mejorar. En una sociedad en la que no te tienes que afiliar al partido único para que te asignen una vivienda, una plaza universitaria o un puesto de trabajo.

No debemos esperar que la teta del Estado nos proporcione todo porque cada limosna que te otorgue será a cambio de perder parte de tu libertad.

Estoy harto de oír a los sectarios ideológicos que todo el mal que padecemos es por culpa del liberalismo, del capitalismo, del consumismo…... ¡Dejaros de consignas, joder! Luchad por vuestra libertad. ¡Que cojones!, ¡poneros a trabajar y luchad por ello!, no interpretéis el papel de cigarras y luego reivindiquéis socialismo para que os mantenga el estado parasitando a otros, es decir, quitándoles parte de sus salarios a través de los impuestos.

Algunas ideologías se justifican en la distribución de la riqueza o en el Estado de Bienestar. ¿Pero que mierda es eso? ¿Vas a considerar igual a alguien que se rompe la espalda bregando para mantener a su familia que a un tipejo que no trabaja porque es un vago toca pelotas y cuando tiene un duro se lo gasta en vicio o fornicio?

¿Y el pobre niño abandonado?, ¿quién le ayuda?, diréis algunos.

Sabed que la gente buena nunca lo dejará tirado y para esto no necesitamos un Estado mastodonte lleno de parásitos, puesto que la caridad siempre ha existido y existirá. Sin embargo, no os escandalizáis tanto cuando solicitáis al Estado que financie el asesinato masivo de niños que yacen tranquilos en el vientre de sus madres. Asesinato que eufemísticamente se llama aborto. Para colmo se argumentan los derechos de la madre presentándola como una pobre víctima indefensa no se sabe muy bien frente a qué.

La distribución de la riqueza socialista es fruto de la envidia. Se basa en expropiar lo que tanto esfuerzo le ha costado a unos para repartírselo entre otros que normalmente han estado viviendo a la bartola codiciando los del prójimo.

¡Los liberticidas queréis colectivizar la propiedad privada de otros porque sois tan inútiles que no habéis sido capaz de tener nada! A esto lo llamo robo.

¡Estudiad, formaros, trabajad duro y cread riqueza vosotros mismos!

Las malas ideologías son las que destruyen sociedades. Esas malditas ideologías de izquierdas o de derechas, rojas o azules; son las que arrasan con la libertad del individuo.

¡No existe lucha de clases!. Eso es lo que os han metido en la cabeza durante años con el propósito de manipularos y enfrentaros. En cambio existe lucha por el poder. Existe la corrupción política. Existe el expolio institucionalizado sobre el contribuyente. Existen muchos hijos de puta, aparapetados en el Estado, que están dispuestos a mangonearos para seguir medrando.

La economía de mercado trae consigo miles de oportunidades porque está basada en la Libertad y no en la coacción. Existen fallos, claro que sí, nada es perfecto porque somos seres humanos y no máquinas; sobre todo si tenemos en cuenta que hay moscas cojoneras que enredan continuamente para enfrentar a la gente o hacerlas dependientes y sumisas. Habrá contratiempos siempre que algunos mamones sigan empeñados en poner zancadillas a la Libertad.

Los seres humanos tenemos un gran poder de superación que se desarrolla plenamente en una sociedad abierta de mercado libre. Constantemente inventamos cosas, concebimos nuevas utilidades, ingeniamos metodologías más eficientes. Es imposible que en sociedades cerradas, el órgano director socialista conozca toda la información que tiene en mente el conjunto de la sociedad, puesto que esa información es espontánea y está en la cabeza de cada consumidor y de cada empresario moldeándose constantemente.

El órgano director de una sociedad intervenida se empeña en fabricar una sociedad perfecta a base de Boletín Oficial del Estado y con el respaldo de la coacción; pero para eso tiene que saber qué ocurrirá mañana. Sin embargo, lo que mañana suceda dependerá de una información empresarial que aún no existe. Esa es la paradoja del Estado intervencionista socialista, que pretende controlarlo todo pero no controla una mierda, salvo la propaganda, la demagogia y la porra.

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